Elegir dormir en un hostal también significa aprender a compartir tu espacio, saber abrirte a gente que no conoces y saber respetar las reglas de convivencia que esto conlleva con tal de tener una estancia pacífica.
1. EN EL DORMITORIO
Intenta no dejar tus cosas en cualquier sitio de la habitación, se ordenado ya que si en las habitaciones de 10 camas todos lo hiciesen... se crearía un bonito caos en el momento de partir y encontrar tu ropa y de más.
Lleva contigo siempre un par de candados, uno para la taquella y el otro para tu mochila. Fiarse está bien, pero no fiarse está mejor ;).
En la noche, si entras tarde, evita charlar con otro o encender la luz, hay quien duerme y en caso contrario, sería a ti a quién daría fastidio.
3. EN EL DORMITORIO 2
Deja tu instinto fuera de la puerta del dormitorio, no es precisamente agradable sentir gemidos en la cama de abajo de la tuya, piensalo.
Ah, y quizá no dormir desnudo, aunque sea un hábito cuando estás en tu casa, no es precisamente cómodo. Sobretodo si duermes en dormitorios mixtos.
3. EN EL BAÑO
Si compartes el baño, una buena norma es no hacer una ducha de un par de horas, cuando la fila de fuera empieza a alargarse.
No ocupes el baño para vestirte despúes de haberte duchado, vuelve a la habitación donde puedes tomarte todo el tiempo que quieras.
4. EN LA COCINA
En el hostal podrá tener la cocina más grande que hayas visto jamás, pero es matemático que tendrás que esperar tu turno antes de poder cocinar en caso que haya cola.
Recuerda labar los platos y cacuelas que el hostal te ofrece, ten presente que no estás en tu casa y que otro lo necesitará al igual que tu lo has necesitado en ese momento.
Escribe tu nombre en la bolsa que contiene tu comida, una de las reglas para tener una convivencia pacífica en un hostal es también esta: no toques aquello que no es tuyo y los demás no tocarán aquello que lo es.
5. EN LA SALA COMÚN
No te hagas el asocial y te mantengas pegado a tu teléfono horas y horas, intenta socializar, conocer gente nueva, compartir tus experiencias, escuchar historias, organizar salidas de noche. La vida en un hostal es bonita por este tipo de cosas, por la artmosfera de compartir experiencias que se crea y que en un apartamento no encontrarás, por tanto, disfrútala.
