Cada vez que hablamos de los Sanfermines, la primera imagen que viene en mente a la gente, normalmente, es la de desenfreno, descontrol, desorden ciudadano y una fiesta continuada, sobre todo, en las madrugadas pamplonesas. Las fiestas son del 6 al 14 de Julio muchos días con inumerables actos para todos los gustos; para aquellos que les gusten los toros, la fiesta hasta altas horas de la madugada (los bares están abiertos hasta las 6:00, incluso 6:30) los que busquen regocijo en el patrón de San Fermin con la procesión del 7 de Julio y toda la comparsa del Ayuntamiento, conciertos a media noche con grupos de moda españoles como "El Canto del Loco", fuegos artificiales todas las noches y un largo etcétera. El chupinazo a las 12:00 del mediodía en la plaza Consistorial, será la señal inequívoca del inicio.
Pero las fiestas de San Fermín comprenden mucho más que esto si bien los toros y el desmadre fiestero son sus partes más conocidas.
Estas fiestas no siempre fueron así de internacionales. Hasta hace relativamente poco eran las fiestas de una villa de menos de 100.000 habitantes que celebraba sus carreras de toros por un motivo meramente práctico que no era que el de transportar los toros de los corrales de la Rochapea (en la parte baja de la ciudad)por la famosa calle Estafeta, hasta la Plaza de toros, donde se torearían después. Celebrándose hasta principios del siglo XX a las 6 de la mañana, depués se cambiaron a las 7 para que los fotógrafos y periodistas tuvieran más luz y a partir de 1974 se llevan a cabo a las 8:00 (tal y como hoy los conocemos). Unos van a verlo de gaupasa, es decir, directamente después de haber salido de fiesta. Y otros sobre todo, los que se preparan para correr, habrán dormido las 8 horas reglamentarias para estar preparado y hacer una carrera bonita y sobre todo, segura. Porque el peligro no sólo está en el toro, sino en la cantidad de gente que se agolpa a nuestro alrededor que puede hacer caer a los corredores y darse un traspiés inesperado que puede resultar fatal. También es importante saber colocarse de manera segura a la hora de ver los toros aunque actualmente, ya se ha colocado doble vallado en las zonas más peligrosas como es en la entrada de la Plaza.
Estas fiestas han permanecido en el anonimato hasta hace poco. Si hoy en día se junta gente de todas partes del mundo: Australia, Estados Unidos o Japón es gracias al escritor Ernest Hemingway que tras llegar a Pamplona en 1923 como corresponsal periodístico para escribir acerca de esta peculiar tradición se quedó prendado de la ciudad y al poco tiempo escribió una novela acerca de sus peripecias vividas. El premio nobel escribió "Fiesta" (The Sun also rises). La novela tuvo una repercusión mundial, dando a conocer la ciudad, para bien o para mal, y sobre todo la atmosfera durante estos días. El escritor visitaría muchas otras veces la ciudad ya no por trabajo sino por afición personal. Siendo su última vez en 1959. Sus juergas serían muchas y algunas un poco agitadas.
Hay dos monumentos al escritor. Uno en el tradiocional Café Iruña, en el que se encuentra el rincón de Hemingway, visita obligada además de por la belleza de este café del siglo XIX estilo Liberyy, en plena Plaza del Castillo. Y otro moumento enfrente de la plaza de Toros.
La fiesta también incluye el baile de los gigantes y cabezudos, que empieza a eso de las 10.30 de la mañana. Para ello el público más numeroso será el de los niños que serán perseguidos incesantemente por estos monigotes, inspirarán alegría para unos y miedo para otros. Sobre todo, porque van dando vergazos a diestro y siniestro y además su gran cabeza, puede resultar terroríifica. Entre los más populares "Cara Vinagre" (que fue portada de las fiestas en el 2012) o "Berrugón".
Por la tarde, nos vamos a la corrida de toros. Todos los días a partir del día grande, el día de San Fermín, (7 de Julio) será el primer encierro y la primera corrida. Aunque ya desde el día 4 se respira el ambiente pre-sanferminero con algunos actos ya organizados como la novillada del día 5 y un trajín de turistas.
Otra parte muy interesante de las fiestas y de la ciudad en general es la gastronomía. Porque comida y sobre todo bebida, nunca faltan.
Algunos de los mejores sitios donde comer los famosos pinchos, son El Gaucho en la Calle Espoz y Mina haciendo esquina con la Calle Estafeta, El Patio de las Comedias en la Calle Comedias, el tradicional Café Iruña en la Plaza del Castillo, Antiguo Café Roch en la Calle Comedias (que está igual que cuando abrió nada menos que en 1898 con un aire parisino), El café Río en la calle San Nicolas (con un contador de huevos, si como lo oyes. Tendrás que ir alli para averiguarlo). Resumiendo tienes que darte una vuelta por las calles Estafeta, San Nicolás y Zapatería principalmente.
Por último, te aconsejamos dónde echarte un rato entre evento y evento, entre juerga y juerga o quizás aunque sea sólo para darte una ducha:
Gestión De Alojamientos Aunque no está en el centro histórico, llegarás dandote un agradable paseo por la Avenita Pio XII y el parque de la vuelta del Catillo. Además las comunicaciones por transporte público es intachable. El autobús está casi en la puerta.
Running Of The Bulls All-Inclusive Camping Camping situado a pocos km de Pamplona con servicio de recogida y desayuno incluido, ropa de cama en las tiendas etc
Pamplona Glamping Lujosas tiendas de campaña en un bonito campamento está en las colinas a las afueras de la ciudad y tiene una piscina, wifi, lavandería y otras instalaciones. En el puebo de Oricáin a 7 km de Pamplona.
Así que, ya podemos finalmente decir que.. ¡Ya queda menos para San Fermín! y su infinita variedad de eventos. Apunta! los conciertos, los fuegos artificiales, el Riau-Riau, las dianas, el Baile de la Alpargata, el Struendo, el encierrillo o el sorbete del Gazteluleku. ¿Has decidido ya, qué días acercarte a la capital Navarra y saborear estas fiestas sin igual? Si no lo tienes claro, te las recomendamos sin duda y te decimos que..¡Aún estás a tiempo!
